La provincia de León es naturaleza en estado puro pero atesora, paralelamente, un patrimonio industrial de primer nivel que ha dejado profunda huella en su historia, vinculada a la minería, la siderurgia o el ferrocarril. ¿Preparados?
No hace falta cruzar el mundo para realizar una gran ruta; de esas que dejan un recuerdo inolvidable en quienes la emprenden. Porque hay rutas que son verdaderas experiencias emocionales que llegan hasta lo más profundo del corazón. Y el mundo espera al visitante mucho más cerca de lo que este imagina: en León.
De este a oeste, la provincia leonesa es un auténtico lienzo de colores en el que las mejores historias se escriben en tonos negros y grises. Un mundo de metales, minería e industria donde del negro nace la luz más brillante… y del gris, el poder y la fuerza.
León: Estación del Norte y Estación de Matallana
La capital provincial es el punto de inicio y también el final de esta Ruta circular. Y ningún arranque mejor que visitar la Estación del Norte, que data de 1863 y, durante años, fue la principal de la cuidad. De arquitectura impresionante, con elementos del llamado «secesionismo» vienés, destaca por su majestuosa marquesina de acero roblonado que cubre los andenes, con todas sus piezas unidas con remaches, sin un solo tornillo, como la torre Eiffel parisina. Sin duda, una de las más bellas de España. Cerrada al tránsito ferroviario en 2011, desde 2017 ha sido remodelada para acoger de nuevo servicios.
Otra visita obligada es la Estación de Matallana (o del Hullero). Esta estación tiene su origen en la línea ferroviaria de línea estrecha que conectaba las cuencas de carbón leonesas con las acerías del País Vasco desde 1894. En la construcción del ramal de ferrocarril que unió la capital con La Robla, en 1923, tiene su origen esta estación, iniciándose desde ese momento el transporte de pasajeros de León a Bilbao.
cistierna. Museo del Ferroviario
Situado en la montaña oriental leonesa, la historia de este pueblo cambió en 1894 al inaugurarse la línea férrea que unía La Robla con Balmaseda, convirtiendo su estación en un importante núcleo ferroviario. De ello da fe este museo ubicado en el antiguo economato del ferrocarril, que cuenta con tres salas. La primera muestra un interesante conjunto de objetos: gorras, ollas ferroviarias, briquetas, recreación de la oficina del Jefe de estación… La segunda es una sala de audiovisuales, con fotos y una proyección sobre los más de 100 años de vida del Ferrocarril Hullero. Y la tercera, un taller que cobija antigua maquinaria.
Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León
Ubicado en el valle del mismo nombre, este pueblo leonés cobija como gran joya patrimonial este museo que es una auténtica ‘Catedral del Hierro’, en lo que fue la Ferrería de San Blas: una imponente nave de ladrillo que albergó la lonja que hizo posible la primera industria siderúrgica de España, en 1846. El museo consta de diversas áreas, entre ellas la de las materias primas y el Alto Horno de Cok, de 16 m de altura y 2,24 m de diámetro. En Sabero también pueden visitarse dos pozos: La Herrera I (1912) y La Herrera II o ‘Pozo Sotillos’ (1945), con su emblemático ‘castillete’, que funcionó hasta 1991.
La Pola de Gordón (Ciñera)
Esta localidad de la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga presume de un conjunto industrial en torno al Pozo Ibarra (inaugurado en 1930 y en uso hasta 1997) que destaca por su ‘castillete’ y el ascensor de bajada a la mina; una estructura de hierro característica del siglo XIX que le otorga singularidad arquitectónica. La torre, de 31,5 m, está compuesta por cuatro columnas divididas en siete tramos.
Villablino
Situado en la comarca leonesa de Laciana, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, este pueblo ofrece al visitante descubrir un tren minero histórico, Ponfeblino, que unía esta localidad con la de Ponferrada. Y también atesora una importante huella patrimonial minera, el Pozo María (en proceso de rehabilitación), como memoria histórica del pasado carbonífero.
Fabero
Esta pequeña localidad de la comarca de El Bierzo tiene como huella de su pasado minero en Pozo Julia, un pozo vertical construido en 1947 y cerrado en 1991, que supuso la primera implantación en España del sistema de arranque mediante cepillo (maquinaria moderna de avanzada tecnología). El pozo constaba de un ‘castillete’ de tres plantas y alcanzaba los 275 m de profundidad, en torno al cual articula un espacio museístico con un recorrido por 14 zonas bien señalizadas, entre ellas: la lampistería, el vestuario de los mineros, las duchas, la zona de vigilantes, la de compresores, la de máquinas el lavadero, el barrenista o la mina.
Villafranca del Bierzo: Real Fábrica de Hierro
Conocida como la ‘Pequeña Compostela’, la capital de esta histórica comarca atesora, en un paisaje excepcional de singular belleza, los restos de lo que fue la Real Fábrica de Hierro. Construida entre 1805 y 1808, las instalaciones surtieron de metal, durante años, a las fábricas de armamento de Asturias. Con la irrupción de las tropas napoleónicas en Villafranca del Bierzo (4 de enero de 1809) la fábrica fue saqueada y quedó inutilizada. Hoy día se pueden visitar las antiguas instalaciones, ubicadas muy cerca de las minas romanas de oro de La Leitosa.
Corullón. Poblado Minero de La Piela
Otra pequeña localidad de la comarca de El Bierzo cuyo legado de su pasado minero es un poblado construido en 1952, a los pies de la Peña del Seo, para la extracción del wolframio (conocido como ‘oro negro’) en una mina ubicada unos metros más arriba de este asentamiento. La mina cerró en 1958 pero este poblado es de gran valor patrimonial.
Toral de los Vados. Museo del Ferrocarril
Sin dejar El Bierzo, esta pequeña localidad estrenó en 2011 un Centro de Interpretación del Ferrocarril (en su estación) que refleja la importancia de la llegada del tren a la comarca desde finales del siglo XIX. Consta de tres plantas –con varias maquetas a escala y asientos de distintas épocas y clases en la zona de audiovisuales– que suponen un repaso a la historia de este medio de transporte que en 1885 vio cómo pasaban por la localidad tres trenes: uno Mixto (viajeros y mercancías), un Correo (hasta León capital) y un Expreso. Por sus vías también transitaron míticas locomotoras de vapor como Mikado, Mastodonte, Santa Fe o Pacífic. Un centenario ferrocarril de 9 km unía Toral de los Vados con Villafranca del Bierzo.
Ponferrada: Museos del Ferrocarril y de la Energía
Esta localidad, capital de El Bierzo, también atrae al visitante por su pasado industrial. De él da fe el Museo del Ferrocarril, en la antigua estación de vía estrecha Ponferrada-Villablino. Lo más destacado es su colección de locomotoras, como la English Electric 7766 o la Mikado 141-F-2346, declaradas Bien de Interés Cultural. Otro importante espacio es La Fábrica de Luz -Museo de la Energía, ubicado en la antigua central térmica de la Minero Siderúrgica de Ponferrada, que funcionó entre 1920 y 1971. En él muestran cómo se producía la electricidad a partir del carbón a principios del pasado siglo, que fue el motor de cambio del territorio y de sus habitantes. Y como guinda, una visita a la Herrería de Compludo, de la que se conservan la parte del mazo, movido por una rueda hidráulica, y la fragua, fieles huellas de la actividad siderúrgica en la Edad Media.
Brañuelas. Museo del Ferrocarril.
Esta localidad de La Cepeda atesora también un museo ferroviario que pone en valor la importancia que tuvo para su desarrollo minero. En él se exponen piezas que van desgranando los diferentes oficios vinculados al ferrocarril y una llamativa maqueta ferroviaria de 12 m2.