Ayer tuvo lugar la presentación del spot publicitario de “Cuenca, Kilómetros de Calma”, de la Diputación Provincial de Cuenca en Madrid.
La presentación del mismo tuvo lugar en el emblemático Mercado de San Miguel, en donde se reunieron diversos cargos de la Diputación de Cuenca, entre ellos, el presidente Álvaro Martínez Chana. El motivo: dar a conocer las características y cualidades turísticas de las que Cuenca disfruta como destino turístico, quien aprovechó la ocasión para mostrar las bondades de la provincia como un lugar “donde naturaleza, gastronomía, cultura e historia se dan la mano para ofrecer al visitante una experiencia única”.
Cuenca es Cultura
Declarada Patrimonio de la Humanidad, la ciudad de Cuenca respira cultura en cada rincón de sus calles y alrededores. Su primitivo nombre se baraja entre Anitorgis, Sucro y Concava, aunque no hay ningún rastro fiable que lo pruebe. La historia de Cuenca la trasmiten sus cuestas, sus casas, rincones y alrededores.
Atractivos culturales como las Casas Colgadas o el Museo de Arte Abstracto son paradas obligatorias para todo aquel que quiera empaparse de la historia de una ciudad cuyos orígenes se remontan al Imperio Romano.
Otros atractivos culturales son la Catedral de Santa María y San Julián, Monumento Nacional desde 1902, el Cerro del Socorro, uno de los miradores con mejores vistas en el que se sitúa el monumento del Sagrado Corazón de Jesús o el Castillo de Cuenca, cuya muralla sigue en pie desde la última edificación en la época de Felipe II.
También, la localidad de Alarcón es una parada de relevante interés. Recibe al viajero con un aspecto arrogante de villa medieval sobre una peña abrazada por el río Júcar que está protegida por su fortaleza, una de las más formidables de la geografía de la provincia. Su castillo, está acondicionado como Parador de Turismo, en el que Don Juan Manuel escribió gran parte de su obra. Alarcón ha sido declarada Conjunto Histórico por su completo recinto amurallado y la belleza de sus edificios monumentales y medievales.
Belmonte es otra parada de relevante interés cultural. Ciudad cedida en herencia en 1398 a Don Juan Pacheco, primer marqués de Villena. Su castillo sirvió de fortaleza y de palacio a esta importante familia nobiliaria. Según cuentan, fue prisión de Juana la Beltraneja y, finalmente, hogar de la emperatriz Eugenia de Montijo cuando perdió el trono francés. Un castillo que ha servido de escenario cinematográfico en múltiples ocasiones.
Las ciudades romanas de Ercávica, Segóbriga y Valeria, son hoy parques arqueológicos de gran interés cultural, junto con otras paradas obligadas para el turista que busca enriquecerse de la gran historia de la provincia como Villar del Humo, Tragacete, Moya o San Clemente entre otras. Sólo se puede comprender la amplitud de su riqueza cultural visitándolas.
Cuenca es Naturaleza
Cuenca se caracteriza por un típico clima Mediterráneo templado, en el que se puede hablar de la Serranía Baja y la Serranía Alta, cada una caracterizada por paisajes verdes en los que habitan una amplia tipología de fauna y flora.
En la Serranía Baja, al oeste se puede disfrutar de una vegetación principalmente de pinos, con unos paisajes surcados por las impresionantes hoces que forman los distintos ríos. Muy conocidas de esta zona son también las formaciones geológicas llamadas Mogotes (que forman la Ciudad Encantada) y las Torcas.
En la Serranía Alta se puede disfrutar de una importante reserva vegetal se da cita en los extensos bosques de la zona, sobre todo, pinos de diversas especies, así como el álamo, el olmo o la sabina y el quejigo. En las hoces se observarán tilos, sauces y avellanos. En estos paisajes verdes, al norte de los Montes Universales habitan corzos, muflones y jabalíes. Cabe destacar en esta zona, el Parque Cinegético de El Hosquillo. En él, se puede observar una amplia fauna como osos, cabras monteses y lobos, ciervos, gamos y corzos.
Otra comarca importante desde el punto de vista natural es La Mancha que forma una impresionante llanura que sirvió como escenario de las aventuras de Don Quijote. El tipo de clima de esta comarca natural hace posible que se cultiven cereales, vid, girasol, olivos y ajos. Debido a esta extensa llanura, tan sólo en las proximidades de los ríos se pueden apreciar algunos chopos, olmos, álamos y sauces que rompen la monotonía del paisaje. Sin olvidar las congregaciones de encina y de pino piñonero.
Cuenca es Gastronomía
De cocina de raíz y de serranía. Morteruelo, ajo arriero, lomo de orza, zarajos, cordero, perdices, quesos, alajú… junto con excelentes vinos de la tierra y digestivos licores: Resoli y Aguardiente de la Sierra, son los elementos fundamentales de la gastronomía tradicional de Cuenca.
Las carnes que principalmente se consumen son las de cordero y cerdo. El cordero se cocina principalmente asado aunque es frecuente comerlo en caldereta. Las tripas de este animal, bien lavadas y sazonadas, se entrelazan alrededor de un sarmiento y se asan en las ascuas, dando lugar a los zarajos, plato típico de Cuenca.
Los variados pastos de la provincia proporcionan un completo alimento para las ovejas, que aportan un excelente queso en todas sus modalidades, aunque sin ninguna duda el más famoso y reconocido es el queso manchego, que compite con los mejores quesos nacionales e internacionales. El queso se suele hacer en otoño e invierno ya que es cuando se considera que la leche es mejor calidad. Se puede tomar fresco, curado, en aceite y frito sirve como aperitivo o como delicioso postre acompañado con uva, miel o membrillo.
Junto con los vinos manchegos, el licor por excelencia de Cuenca es el Resoli, bebida digestiva muy típica y que se acompaña con postres conquenses como el alajú, mantecados o los suspiros de monja para completar la experiencia. El Resoli está compuesto por aguardiente de la sierra, café, esencia de naranja, azúcar y canela en rama.
Además de disfrutar de estos productos regionales y platos típicos en sus múltiples tabernas, destacan restaurantes presentes en guías con diversos reconocimientos gastronómicos como Raff o el estrella Michelin Trivio, del chef Jesús Segura.