El sector turístico vive una debacle generalizada a causa de la pandemia de coronavirus y el momento en que la actividad empezará a remontar es todavía una incógnita.
En este contexto sólo hay una certeza que comparten tanto patronal como administraciones: el turismo post-Covid-19 será distinto, como mínimo durante un periodo de tiempo aún indeterminado, y deberá adecuarse a la situación que vendrá una vez empiecen a levantarse las restricciones de movimiento.
Una de las primeras medidas que se tomarán para actualizar el sector tras el estado de alarma será la elaboración de un nuevo protocolo de salud e higiene que deberán seguir todos los establecimientos turísticos.
Un comité de expertos médico elaborará la guía para el sector, que podría incluir reducción de aforos y distanciamiento social en hoteles o restaurantes, entre otras medidas. “Se trata de un trabajo a medio plazo que se consensuará con el sector y que empezará a aplicarse conforme se vaya recuperando la actividad”, subrayan desde la administración.
Actualmente, las caídas de reservas turísticas en España llegan al 98% y los alojamientos prácticamente no están recibiendo reservas para futuras llegadas.
Segundo semestre del 2020
Se espera que parte del turismo de ferias y congresos pueda recuperarse este año después del verano, fechas en las que se han postpuesto aquellas que estaban agendadas en el primer semestre del 2020.
Según datos, el 85% de estos eventos se han aplazado para después del verano en lugar de cancelarse, lo cual da un punto de optimismo en un contexto de pocas alegrías.
Las expectavias, en conclusión, no son muy optimistas. De hecho, se prevé pérdidas de 40.000 millones de euros de extenderse la crisis entre dos y cuatro meses. En el caso de que el parón durara hasta septiembre, las pérdidas podrían aumentar hasta los 62.400 millones.
El turismo supone el 13% del PIB en España. Se trata de un tejido empresarial con mayoría de pymes que afrontan con un alto grado de inseguridad la temporada de verano e incluso la de otoño-invierno.