Cuando hablamos de vinos, los entendidos saben que España es uno de los países que destacan tanto por su producción de vinos como por la calidad de los mismos.

De hecho, se trata del tercer país del mundo en cuanto a producción de vinos y uno de los más reconocidos. Siendo un país cuya principal actividad económica es el turismo, y teniendo en cuenta además que, hasta que estallara la crisis sanitaria del coronavirus, España ha sido el segundo país con mayor recepción de turistas en el mundo, no es de extrañar que muchos de esos viajeros tengan entre sus motivos el disfrute de los productos vinícolas que aquí se pueden encontrar, así como de todo el patrimonio cultural asociado.

De todos los turistas extranjeros que llegan a España el 2% considera el enoturismo su principal motivo para visitar este país. Aunque el porcentaje pueda parecer pequeño, teniendo en cuenta la cantidad de turistas que llegan cada año, y considerando que muchos de ellos efectivamente hacen enoturismo o actividades relacionadas a pesar de no ser este el motivo principal de su visita, podemos decir que estamos hablando de un número importante, eso sin siquiera considerar el turismo local de españoles que visitan diferentes áreas del país.

La Rioja, tierra de culturas

España es el país con mayor extensión de cultivos de viñedos en el mundo, y como sucede con la mayoría de los productos nacionales (cada región tiene su especialidad), los productos acreditan su calidad mediante la denominación de origen y los vinos no son la excepción.

En cuanto a esta bebida, sin duda una de las regiones más destacadas es la de La Rioja. Debemos considerar que la denominación de origen de vinos de La Rioja no sólo corresponde a la comunidad autónoma de la que toma el nombre, también incluye algunas zonas aledañas de las comunidades de Navarra y el País Vasco.

Los productores de vinos de La Rioja no están representados en una única ruta enoturística que los integre, sino que existen varias rutas y emprendimientos independientes que, para algunos supone una diversificación de la oferta pero para otros supone un hándicap a la hora de poder generar una oferta integral para el visitante.

En todo caso, el hecho de que la denominación de origen comparta su nombre con la comunidad autónoma de La Rioja supone una gran ventaja a la hora de vender y promocionar sus productos, especialmente ante turistas extranjeros.

Además, el enoturismo tiene la particularidad de que no posee una estacionalidad demasiado marcada, si bien la temporada de la vendimia supone un incremento en la demanda turística en las regiones vinícolas, esta diferencia es relativamente pequeña, distribuyéndose de manera bastante uniforme a lo largo de todo el año, lo cual favorece la desestacionalización del turismo en España.

No obstante, debido a los cambios en el clima, la vendimia se ha ido adelantando en su fecha en los últimos años, acercándose cada vez más al período vacacional tradicional del verano, lo cual es visto por muchos agentes enoturísticos como una oportunidad para mejorar y expandir sus actividades.

La pandemia de la COVID-19 ha sido un suceso sin precedentes a nivel mundial, y sus efectos sobre el turismo no han tardado en revelarse. Aunque aún es pronto para hacer balance, todo hace indicar una bajada considerable del número de llegadas, al menos, en lo que a turistas internacionales se refiere. En todo caso, dada la excepcionalidad de la situación crece el turismo nacional y La Rioja se cuela entre los destinos interesantes, tranquilos y seguros más buscados.

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